AMIGO

La Solana, 25 de marzo de 2012


Ahora escucho:
“Memories, light the corners of my mind. Misty watercolor memories of the way we were”.

Ésta, sin duda, es la canción de mi vida…
Con los años he ido aprendiendo a canalizar el río de mis emociones y he llegado a la conclusión de que lo que más feliz me hace es todo aquello que me llega en silencio y de manera simple, aquello que logro amar sin aferrarme…

A Dios le agradezco todas las experiencias que me ha proporcionado en cada etapa de mi vida y le agradezco inmensamente la capacidad de la que me ha dotado para poder vivirlas, sentirlas, disfrutarlas y llorarlas…

Y “amigo”, amigo ha sido la palabra que me ha acompañado en todo este proceso y proyecto de vida… He sido capaz de saborear esta palabra en todo su esplendor y en toda su agonía, de vivir por y para el amigo, de cerrar los ojos y adivinar el pensamiento de la persona querida, de recibir la mayor esperanza en una sonrisa y de saber aceptar el final y la separación en el camino…

Ahora escucho The way we were y se me agolpan todas las experiencias disfrutadas de cada emoción que Dios hizo nacer en mi. Sonrío ante la nostalgia de lo que se perdió en el camino y, sobretodo, por aquello que está aún por llegar…
Ayer recibí un regalo por todos estos años…, la mayor compensación de manos de alguien que ni lo sabe, del silencio de la mirada de sus ojos, del detalle, del tacto y del respeto más absoluto…, y fue sublime como en tantas ocasiones…, y he vuelto a sentirme vivo…

Y lo escribo porque emocionalmente puedo, porque este sentimiento no se puede adormecer y porque las palabras tienen el poder de guardar la pasión y la verdad vividas, porque hay gente que merece la pena esperarla y conocerla, y porque de esta manera soy muy feliz…



FRANCIS ALHAMBRA

NO ESTÁ BIEN

La Solana, 10 de marzo de 2012


Ayer pude ver la última película de Meryl Streep en la que da vida al personaje de “La Dama de Hierro”.
Meryl Streep tiene una mirada que me impresiona y conmueve por razones muy personales; y este último trabajo, como otros, es extraordinario.
La película me sorprende y agrada mucho por la imparcialidad en la que muestra un personaje controvertido del siglo XX. Y me encanta la habilidad de la dirección para mostrar a la persona, por encima de los aciertos y equivocaciones políticas del personaje.
También merece atención especial el papel del marido (como el de tantos otros) que a mi juicio es muy significativo y digno de reflexión en entornos radicales feministas…

Y es que en estos tiempos es difícil encontrar algo que no se instrumentalice con la intención de obtener beneficio político.
Llevamos décadas permitiendo que se nos adoctrine y se nos impongan los actuales modelos de vida, modelos de consumismo y gasto acelerado que ahora tenemos que corregir y frenar.
Me preocupa, y mucho, las disputas de nuestros políticos y la escasa responsabilidad que demuestran cuando informan sesgadamente, según su corriente ideológica, y se enardece gratuitamente a la comunidad.
NO está bien que se juegue con las personas (hoy quiero movilizarme contigo en la calle, ayer no…). NO está bien que existan tantos procedimientos judiciales por malversaciones económicas y favoritismos. NO está bien que se nos vendan derechos como modernidades evolucionadas. NO está bien…, ¡ay! tantas cosas más…, estoy cansado de escuchar disparates en los informativos y en la vida cotidiana, que al final tanta hipocresía determina y contamina la sociedad que construimos…, que la falta de moral y valores reproduce modelos competitivos y nada solidarios, y que como no se penaliza lo que NO está bien pues todo vale… Y sirva a modo de ejemplo una observación: en estos tiempos de crisis feroz te encuentras a trabajadores en equipos de trabajo capaces de destruir a verdaderos profesionales en su beneficio…, y no existe una protección legal…, el sistema falla…

Desde este pequeño rincón necesito decir que es tiempo de unión y de buscar juntos las soluciones. Los individualismos no conducen a buen puerto y que necesitamos personas dedicadas a la política que sean capaces de preocuparse, de verdad y más allá de los dogmas políticos, de las personas.



FRANCIS ALHAMBRA